Buscamos Músicos


Que tengan nociones de: Violín, viola, violonchelo, contrabajo, guitarra, arpa, piano, clarinete, flauta traversa, oboe, corno inglés, saxofón, fagot, trompeta, trompa, trombón de varas, tuba, timbales, xilófono, metalófono, marimba, claves, caja china, castañuelas, pandero, bombo, bongó,  batería, órgano, sintetizador, wiro, acordeón, palo de agua, requinto, charango, cuatro, tiple, quena, zampoña, flauta de pan, flauta dulce, shamisen, koto,  ocarina, trompe, trutruca, soprano, contralto, tenor, bajo,   shakuhachi, etcétera.

Requisitos indispensables (sí o sí):

A. Que tenga  seguridad de su  salvación. 
    El músico que buscamos debe estar seguro de que él mismo es salvo (1 Jn. 5.12); buena vista espiritual (Mt. 5.14Jn. 9.25); conocedor de El Camino (Jn. 1.43-46; Hch. 8:26-40).

B. Que sea consecuente. 
     Alguien dijo: "El enemigo más grande de los cristianos no son los mundanos; son los malos cristianos", y entre ellos están los que tocan un poco para Dios y otro poco para el diablo. A todas luces esto nos habla de aquéllos cuya fe está en abierta contradicción con su conducta, hombres y mujeres (músicos o no) que viven de manera opuesta al evangelio que ellos mismos profesan en público o vociferan en sus canciones. No importa la edad, sólo necesitamos que sea ejemplo para los que le rodeen en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza." (1 Tim. 4.12); en pocas palabras, se espera que cada postulante sea irreprochable en todo (1 Tim. 3). Respecto del virtuosismo para ejecutar o cantar, no importa si no toca tan bien su instrumento musical, o si no tiene una hermosa  voz, la práctica le convertirá en un maestro.  No se aceptarán aquéllos que: "sirvan a dos señores" (aunque hayan clasificado en algún casting televisivo). Lo que sucede es que a Quien vamos a adorar exige que los integrantes de "Su banda" estén el cien por ciento a su servicio.


C. Debe sentir pasión por las almas que se pierden.

    Así como nuestros oyentes tienen mil excusas para no abrirle su corazón a Cristo, muchos músicos también tienen una larga lista de pretextos  para no ir en busca de los inconversos, he aquí algunos ejemplos: "No tengo los medios económicos"; "Yo soy nuevito en el evangelio"; "La salud no me acompaña"; "Llego tan cansado de la pega"; "Soy muy tímido"; "No quiero ofender a las personas"; "Me da mucho miedo"; "Toco más o menos nomás, me sé como tres notas"; "La gente se puede reir de mi"; "Qué van a decir lo hermanos más antiguos, esos que "se peinan" con la guitarra"; "No sé como empezar";  "Mi testimonio no me acompaña"; "Me van a tildar de fanático"; "Y qué si me hacen tocar algo que no me sé", etcétera. Cuando de verdad se ama a la gente, no hay excusas para no hablarles de Dios y cantar en el lugar que menos nos imaginamos. El hecho de que Cristo fuera a la cruz para salvar a la humanidad, nos demuestra la gran pasión y compasión por cada uno de nosotros. Él no puso excusas (Is. 53.7) y ese mismo amor es el que buscamos en el nuevo músico (2 Cor. 5.14).


D. Debe ver con los ojos de Jesús.

    Vemos a las personas de acuerdo al lente que usamos. Tal vez el médico vea un futuro paciente; el político posiblemente verá votos; al abogado le pueden parecer clientes; para el comerciante serán consumidores;  y para el corredor de propiedades, tal vez, no sean más que potenciales compradores. Nos interesa sobremanera que nuestro músico vea a las personas como copartícipes de la alabanza a Dios, como coheredos del Reino. Jamás como espectadores de su "show"  En la Biblia hay numerosas referencias a las miradas de Jesús, véase: Lc. 7.44-47; Mr. 10. 17-23;Lc. 19.5Lc. 21.1-2;Lc. 7.44Jn. 8.10Mr. 2.3;  Mt. 9.22Lc. 13.12Mr. 6.34Lc. 6. 20Lc. 23.28Lc. 19.41;Jn. 19.26-27.  En cada uno de los versos sobresale el amor y la compasión. Es imprescindible que el postulante se parezca a Cristo en este aspecto.

E. Debe ser una persona de oración.

    Todos los que han hecho cosas grandes para Dios han sido hombres y mujeres consagrados a la oración, que cuando oraban lo hacían con mucho poder. Todos los grandes avivamientos han sido precedidos por oraciones perseverantes efectuadas de rodillas. Antes que Jesús comenzara su ministerio, cuando le seguían grandes multitudes, pasó cuarenta días y cuarenta noches en oración y ayuno (Mateo 4:1-11). Los  cristianos que tocan o cantan, deben entender que son más grandes cuando están de rodillas, que cuando están detrás del instrumento musical o micrófono. Lamentablemente hemos notado que algunos postulantes  le dan demasiado énfasis a como "sonaron" durante el culto o en el evento... y nos hemos quedado con la impresión que sólo les importaba tocar, tocar... y ser alabados... ¡Si hasta parecía que les molestan los momentos de oración! En una  iglesia  se formó un grupo musical (Ministerio de Alabanza les llaman otros) nos llamó la atención que durante el periodo de canto se lucieron con sus instrumentos, "apalearon" al tope la batería, los decibelios del bajo casi colapsan las ventanas, si hasta un punteo con distorsión se "mandó" el guitarrista, de la vocalista ni hablar...  pero llegado el momento de la oración y prédica, apagaron sus equipos, acomodaron sus instrumentos en los atriles y, sin ningún respeto,  salieron a comer papas fritas y "echar la talla" en el negocio de la esquina. Las "estrellitas" calcularon el tiempo que duraba la reflexión y retornaron justo para seguir luciéndose hasta el final de la reunión. No queremos ese tipo de músicos. Necesitamos músicos que apoyen sus vidas en la comunión con Dios a través de la oración más que en un instrumento o la excelencia de su voz, porque éstos les pueden fallar. 

Nota: Es bienvenido el músico que busca constantemente depender de Dios mediante la oración, la lectura Bíblica, y el congregarse con sus hermanos -durante toda la reunión-. Queremos uno así porque no sólo vendrá con el virtuosismo para tocar y cantar si no que, además, traerá las armas necesarias para  resistir en el día malo (osea cuando no lo aplaudan).

Interesados presentarse en cualquiera de las iglesias que la Alianza Cristiana y Misionera mantiene en nuestro país o el extranjero. Por favor, hable con el pastor, mencione este artículo y dígale que cumple con los requisitos. 

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